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martes, 15 de febrero de 2011

Tarea 14.- "Los coordinadores: Cómo mutar como el Dr. Jekyll, en el tirano Mr. Hyde"

En el reparto de tareas, hemos tenido la "tremenda" suerte de sacar el papelito con el número 10, un buen número, sí, pero no siempre. Así, nos hemos visto obligados a poner a prueba nuestras habilidades organizativas, tarea que nos ha resultado bastante confusa. Suponemos que no nos ha ayudado el no llevarlo preparado de antemano y la falta de experiencia, lo que da una idea de la importancia del trabajo que tiene que desarrollar un profesor previamente a una clase para que ésta no se convierta en una jaula de grillos.

El hecho de que teníamos que organizar a nuestros propios compañeros diciéndoles en ocasiones lo que tenían que hacer, nos ha colocado en una situación que no hemos disfrutado, la verdad. La tensión de no saber exactamente lo que hacer nos ha llevado a veces a no saber qué decir y, bueno, todos hemos visto que al final se ha pasado el tiempo sin dejar la dinámica del torneo completamente definida. Hemos hecho lo que hemos podido.

Por lo demás, creemos que hemos aprendido, más que a organizar en sí, la necesidad de preparar una clase para poder organizarla. También, nos ha servido para conocer facetas ocultas de la personalidad de algún miembro (o miembra) del grupo que no se habían manifestado hasta ahora.....


con las que nos hemos echado unas risas una vez pasado el agobio de clase.

lunes, 14 de febrero de 2011

Tarea 13.- Atención a la diversidad

Introducción:
Todos somos diferentes: Aprendemos a diferentes ritmos, memorizamos mejor o peor, somos más precisos sintetizando temas o nos dispersamos, somos imaginativos o quizá nunca se nos ocurre salir del guión establecido, podemos tener dificultades visuales o no, dificultades auditivas, de lenguaje, motóricas, de conducta, de capacidad intelecual, de relación, etc, etc. Además de las capacidades, también nos diferencia el carácter y los gustos. A algunos les gusta realizar tareas manuales, a otros analizar y comprender conceptos abstractos, o la lectura, o el ejercicio físico, etc. Estas y otras variables, que nos caracterizan como ser humano singular, entran en juego en el proceso de enseñanza-aprendizaje y van definiendo nuestras capacidades y competencias.

Como se indica en el enunciado de la tarea; desde los años setenta, la legislación adopta la idea de integración escolar. Esta integración posibilita que todos los alumnos, independientemente de sus diferentes capacidades o discapacidades, convivan en la misma aula (salvo casos extremos) compartiendo el proceso de enseñanza-aprendizaje.

La diversidad se ha clasificado en muchos grupos, y todos muestran sus propias características. En esta entrada, analizamos si existen en el sistema educativo navarro, acciones y/o planes en relación a los niños con tartamudez o disfemia; no tanto por su importancia, sino por su frecuencia de aparición. Esta frecuencia, aun no siendo muy grande (en torno al 1,5%), sería similar al de los niños superdotados y se estima superior al de niños con ceguera o niños con sordera.


Características principales:
Existen múltiples definiciones sobre tartamudez (o disfemia), pero destacamos una de las referidas en el Informe disfemia del CREENA; donde los autores Gallardo y Gallego la definen como una "alteración del lenguaje donde los sujetos presentan un marcado deterioro en la fluidez verbal, caracterizado por repeticiones y/o prolongaciones de los elementos del habla tales como sonidos, sílabas, palabras y frases". El término ha sufrido muchas transformaciones en el tiempo, a la par de las muchas teorías existentes sobre las causas de la tartamudez (neurológicas, psicogenéticas, lingüísticas, psicológicas, etc). Así parece concluirse que no existe sólo un factor responsable; sino que podríamos considerarlo un trastorno multifactorial. Destacar dos aspectos que nos parecen importantes:
  • Herencia: Es un factor aceptado de forma general.
  • Sexo: El 75% de los afectados son varones.
Las consecuencias de este trastorno para el niño que lo sufre, no se quedan únicamente en la poca fluidez verbal o en tics generados en un intento de recuperar la fluidez, sino que también pueden aparecer conductas de evitación (hablar en público, hablar por teléfono, pedir en una tienda, ...), baja autoestima, depresión, etc.

Repercusión en el aula:
 Según se indica en el informe: La tartamudez (guía para docentes), realizado por la TTM- Fundación Española de la tartamudez; "Estudios realizados han demostrado que el "traumatismo escolar" es la causa más frecuente para la cronificación del trastorno de la tartamudez y para aumentar todas sus complejas consecuencias psicológicas". Por tanto, el entorno escolar se presenta como factor importante en este tipo de trastornos.

Es importante para un niño en la etapa secundaria, ser considerado igual a los otros dentro del grupo de pares. El niño que tartamudea se enfrenta a menudo, con una no-inclusión dentro del grupo de pares, siendo el blanco de burlas y bromas. Así, el niño siente la necesidad de ocultar sus bloqueos desarrollando una serie de acciones o tics para lograrlo; pudiéndose sentir avergonzado y diferente.

Desde el punto de vista del docente, es frecuente que éste no sepa qué actitud debe emplear con este alumno, o quizá muestre ansiedad, incomodidad, irritación, deseos de protección, presione al alumno para que vaya más rápido, termine la frase por él o le de indicaciones para hablar mejor. Todos estos comportamientos también puede generar ansiedad en el alumno, resultando el efecto contrario al esperado.

Pautas de actuación:
Consultado con el CREENA, se nos indica que ellos no tienen protocolos de actuación específicos para dar servicio a este tipo de trastornos. La tartamudez no es considerada una discapacidad que influya en el proceso enseñanza-aprendizaje del alumno. En esa línea, y según Rodríguez (1987) en Informe disfemia del CREENA, se indica que: " ... la disfemia no afecta a la competencia lingüística, sino a la actuación del hablante, por lo que no puede ser considerada como un trastorno en la organización global del lenguaje". 


Asímismo, también se nos indica desde el CREENA que, el ofrecer algún tipo de servicio específico (logopeda, pautas a familias, pautas a profesorado), "recae" así en el orientador del centro de enseñanza concreto; el cual, conociendo al niño, la familia, el profesorado, etc; valorará la idoneidad de las acciones a tomar.

Para finalizar, algunas pautas concretas que pueden ayudar a docentes (y adultos) en el trato con niños que tartamudean:
  • No reaccionar negativamente ante las dificultades del niño, evitando manifestar signos de ansiedad o impaciencia. Las regañinas, críticas o censuras deben olvidarse por completo.
  • Potenciar situaciones para conversar y hablar en un ambiente tranquilo y relajado, sin prestar atención a los fallos. Centrarse, contestar o hablar sobre lo que dice el niño, y no sobre cómo lo dice.
  • No pedirle que hable más tranquilo, más despacio o pedirle que se relaje. Conseguiremos aumentar su ansiedad y nerviosismo.
  • No felicitarle o animarle cuando salga de un bloqueo o hable fluidamente; eso hace que se sienta evaluado cada vez que habla.
  • Darle el tiempo que necesite para expresarse, evitando adivinar lo que quiere decir o adelantándonos a lo que quiera decir.
  • Hablar con el niño despacio, pero que no sea artificial. El se adaptará a ese ritmo más tranquilo.
  • Hablar abiertamente de la tartamudez, si el niño saca el tema.
  • Hablar en clase (en tutoría) sobre las burlas entre compañeros. Todos hemos sido objeto de burla alguna vez. Compartir experiencias. Aprovechar para hablar sobre el respeto, la comprensión y las diferencias individuales.
  • El niño no debe evitar tartamudear. Permitir que tartamudee lo más natural y cómodamente posible y con la menor tensión. Los bloqueos remiten cuando la comunicación es esencial y el niño se siente aceptado y cómodo.